BMW desarrolló el BMW M3 E30 para disputar el Campeonato de Europa de Turismos a mediados de los años ochenta. Siguió el entonces reciente reglamento de Grupo A, que valía tanto para las carreras en circuito como para los rallies.
BMW siempre se ha volcado en las carreras de turismos en circuito y en programas más ambiciosos como los prototipos (ganó las 24 Horas de Le Mans ) y la Fórmula 1, motorizando al equipo Williams. Los rallies los ha mirado siempre con el más absoluto desprecio y ni siquiera cuando el M3 demostró su potencial, ayudó a Prodrive a desarrollar el coche. El triunfo de Béguin en Córcega, por tanto, es uno de los últimos de un piloto y un equipo privados en el Mundial.
Qué vamos a leer
Homologación Bmw M3 E30
Para homologar el coche, construyó las preceptivas 5.000 unidades del M3 basado en los cupés de la Serie 3. Con respecto a éstos, disponía de pasos de rueda ensanchados, un alerón trasero montado sobre un capó de plástico (también los pasos de rueda y los parachoques se construyeron en este material, más ligero que el acero) y, sobre todo, un motor de cuatro cilindros en línea de 2.332 cc que tendía 200 cv de potencia. El coche, con tracción trasera, disponía de suspensión McPherson delante y un esquema multibrazo en el eje trasero motriz.
Versión de competición
La versión de competición disponía de motores de unos 300 cv gracias a los retoques internos autorizados por el reglamento. La caja de cambios de cinco relaciones de serie se sustituyó por otra con desarrollos más cortos y, con posterioridad, por una de seis marchas.
Desarrollo Bmw M3 E30
En 1987, el equipo Prodrive se había quedado sin programa de rallies a causa de la supresión del Grupo B. El equipo, dirigido por David Richards, necesitaba un nuevo coche e, intuyendo las posibilidades del M3, decidió desarrollarlo para competiciones en carretera. Dadas las características del vehículo (tracción trasera y peso reducido), el M3 sólo iba a ser competitivo en asfalto, donde la tracción en las cuatro ruedas de los nuevos Grupo A de rallies era menos decisivas. En asfalto seco, el M3 disponía de la ventaja de su relación peso/ potencia más favorable.
Bmw M3 E30 en competición
Prodrive montó un programa para el Campeonato de Francia de Rallies con el veterano Bernard Béguin. En 1987, Béguin dominó el Rally Garrigues hasta su abandono y, en el Rally de Córcega, y pese a la oposición de los Lancia de Biasion y Loubet y de los Renault 11 Turbo de Ragnotti y Chatriot, Béguin dominó la carrera y ganó su único rally del Mundial.
Los M3 se prodigaron poco en el Mundial, ya que por aquel entonces Córcega era el único rally de asfalto. Prodrive alquiló coches a François Chatriot, segundo en Córcega en 1989, tercero al año siguiente y cuarto en 1988, al belga Marc Duez, que hizo la temporada 1989 casi completa con un gran quinto puesto en Portugal, al propio Béguin y a otro belga, Patrick Snijers, que estuvo a punto de arrebatar a Fabrizio Tabaton el Campeonato de Europa de Rallies de 1988. Pese a que su palmarés en el Mundial es corto, el M3 fue un excelente coche de rallies tuvo mucho que decir en los campeonatos nacionales disputados sobre asfalto, como el francés o el español. El coche fue campeón de Francia con Chatriot en 1989 y 1990, de Bélgica en 1988 (Snijers) y 1989 (Duez) y de España en 1990 con Pep Bassas.
También podría gustarte:
– Lancia Delta Integrale
– Coches km 0
– Seguros de coche