Tecnologías avanzadas
La frenada regenerativa es una avanzada tecnología automovilística utilizada por la mayoría de los vehículos híbridos, como el Toyota Prius y el Ford Fusion. Mientras que el sistema de frenado tradicional funciona con una pastilla de freno que presiona contra el motor de freno para causar fricción, con el frenado regenerativo el objetivo es recuperar el subproducto de la energía cuando se aplican los frenos. En los coches híbridos, el motor eléctrico gana energía del proceso de frenado. Cuando se pisa el pedal de freno, el circuito de frenado regenerativo cambia para hacer que el motor funcione en reversa, almacenando hasta un 70% de la energía que se habría perdido con el frenado tradicional. Los vehículos híbridos también están equipados con un sistema de arranque y parada, que puede apagar y volver a encender automáticamente el motor de combustión interna, reduciendo el ralentí del motor y, por tanto, el consumo de combustible.
Mantenimiento del híbrido
Debido a la diferente composición del motor y componentes como el frenado regenerativo, los híbridos tienen unos pocos procedimientos de mantenimiento individuales. Por un lado, el aceite no tendrá que ser cambiado tan a menudo en un híbrido porque el motor eléctrico de estos vehículos quita parte de la carga del motor. Normalmente se recomiendan cambios de aceite cada 8000 kilómetros, en comparación con cada 4800 kilómetros para un coche de gasolina. A menos que el vehículo se haya averiado completamente, un técnico de servicio automotriz encontrará poca diferencia en términos de reparaciones generales. Un mito es que los híbridos son más caros de reparar, lo cual ha demostrado ser falso dado que se ha descubierto que los autos híbridos necesitan reparaciones menos frecuentes que los autos de gasolina. Uno de los problemas más comunes que tienen los propietarios de vehículos con la tecnología híbrida es la batería eléctrica.
Batería híbrida
En un programa de mecánica universitaria, es necesario aprender los componentes de la batería híbrida para poder servir al creciente mercado de los vehículos híbridos. Las baterías híbridas son recargables, aunque las células de energía pierden capacidad con el tiempo. El método de las compañías de híbridos para mantener la longevidad de la batería es implementar un software en su interior que detiene la carga en un 80%, y etiqueta la batería como vacía cuando cae a alrededor del 20%. Las cifras varían según la compañía, sin embargo la idea es que nunca se está cargando al máximo y luego se baja a cero energía, porque esto es duro para la batería y acorta su vida útil. La mayoría de los fabricantes de coches híbridos tienen una garantía de 8 a 10 años, o 160.000 km. en la batería, que es aproximadamente la vida útil de un vehículo típico. Las compañías están trabajando para extender esta vida útil de la batería, ya que razones económicas han hecho que los propietarios de los coches se mantengan en sus vehículos durante más tiempo que nunca – el promedio en los EE.UU. ahora es un récord de 11,4 años.