La comunicación es clave
En general, las tres quejas que la mayoría de los clientes tendrán están relacionadas con el precio, un problema con el coche que no se arregla ni siquiera después de las reparaciones, y el tiempo que se tarda en completar las reparaciones. Algunos de estos problemas pueden ser desactivados de antemano simplemente asegurándose de que toda la información ha sido comunicada adecuadamente durante las etapas iniciales de las reparaciones. El taller o el concesionario no gana nada ocultando hechos a los clientes, así que asegúrate de ser transparente con los clientes, incluso si son malas noticias. Los clientes apreciarán tu honestidad y entenderán que estás haciendo todo lo posible para acelerar el proceso.
No confíes en la jerga técnica
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Tratar a los clientes como socios
Una de las mejores maneras de pensar en los clientes no es como clientes, sino como socios. Te animará no sólo a ser respetuoso, sino también a ser considerado con las necesidades de tu socio. Por ejemplo, siempre actualiza a tu socio a medida que las reparaciones progresan. Si un trabajo está llevando más tiempo del previsto o si se ha encontrado con algún problema inesperado, tómese el tiempo para coordinar con su socio e informarle de los nuevos avances. Su pareja apreciará la atención extra, el profesionalismo y el cuidado.
Mostrar a los clientes qué piezas están desgastadas o defectuosas
Ya sabes lo que dicen – «Muestra, no lo digas». En las reparaciones de automóviles y en las carreras de automóviles en general, esto es especialmente cierto. Al tomarse el tiempo para mostrar a los clientes algunas de las partes de su vehículo que son defectuosas o necesitan ser reemplazadas, usted construirá la confianza. El cliente no se preguntará si le estás cobrando de más, sino que verá que simplemente estás tratando de hacer tu trabajo lo mejor posible.