La compra de un coche de segunda mano es una gran opción para aquellas personas que no quieren o no pueden gastar mucho dinero en un coche nuevo. Sin embargo, hay que tener cuidado y asegurarse de que se está comprando el coche a un profesional de confianza.
Desafortunadamente, en estos tiempos de crisis económica, muchas personas están desesperadas por vender su coche y están dispuestas a hacerlo a cualquier precio. Esto puede ser una gran oportunidad para los compradores, pero también puede ser un peligro. Hay que tener cuidado de no caer en una estafa o en un coche que no esté en buenas condiciones.
Lo mejor es comprar el coche a un concesionario como Automóviles Alhambra o a un particular que pueda ofrecer una garantía. De esta forma, si hay algún problema con el coche, se podrá acudir a ellos para que lo solucionen.
Otro peligro de comprar un coche de segunda mano es que no se puede saber con certeza cuánto ha sido utilizado y cuánto tiempo le queda de vida. Un coche puede parecer en perfectas condiciones pero, si ha sido utilizado mucho, puede tener problemas a largo plazo. Por esta razón, es importante que el comprador sepa lo máximo posible sobre el coche antes de comprarlo.
En general, la compra de un coche de segunda mano puede ser una gran opción para ahorrar dinero, siempre y cuando se haga con cuidado y se tenga en cuenta todos los peligros que pueden existir.
Comprar coche de segunda mano sin esperas ¿Qué está pasando con los vehículos nuevos?
La pandemia ha creado cambios sin precedentes en la oferta y la demanda. Los paros de producción hicieron que el precio de la madera se disparara. Los meses de cuarentena llevaron a los propietarios a pasar más tiempo al aire libre, y algunos a emprender más proyectos de renovación de bricolaje. Y el miedo a lo desconocido provocó el acaparamiento y la acumulación de existencias.
Ahora, dos años después del inicio de la pandemia, la cadena de suministro mundial se ha estabilizado en su mayor parte. Pero hay un sector en el que sigue habiendo escasez: la fabricación de chips semiconductores. En 2022, los últimos informes de los expertos dicen que la escasez durará al menos otro año.
¿Por qué los chips informáticos están frenando la producción de coches nuevos? Sigue leyendo para averiguarlo.
¿Qué es un chip semiconductor?
Un chip semiconductor, también llamado microchip, es el «cerebro» de la electrónica moderna. Fabricados con silicio, estos componentes de alta ingeniería son esencialmente un tipo de circuito eléctrico. Incluyen una serie de transistores que funcionan como pequeños interruptores para controlar el flujo de electrones.
Los microchips pueden ser muy diferentes en cuanto a su complejidad. Por ejemplo, la mayoría de las tarjetas de crédito llevan un chip muy básico como medida de seguridad adicional. Los procesadores de los ordenadores de gama alta, en cambio, son increíblemente complejos. Hoy en día, estos chips se utilizan en casi todo, desde coches y teléfonos hasta frigoríficos y cepillos de dientes eléctricos.
También son extremadamente pequeños (de ahí el nombre de microchip). Según Intel, líder en la fabricación de chips, un solo transistor de chip es unas 10.000 veces más pequeño que un cabello humano. Y para construir un procesador moderno, se empaquetan miles de millones de transistores en un área del tamaño de una uña.
¿Por qué hay escasez de chips en la industria del automóvil?
Hay algunas razones por las que esta escasez de microchips está afectando especialmente a los fabricantes de automóviles.
Los vehículos modernos utilizan más chips que nunca. Con cada nuevo modelo, los coches y los camiones incorporan sistemas de infoentretenimiento más grandes y una serie de características de seguridad de alta tecnología. Cada una de estas características repletas de tecnología depende de los chips semiconductores.
La pandemia de COVID-19 desordenó las previsiones de oferta y demanda. Cuando empezaron los cierres masivos y las cuarentenas en marzo de 2020, los fabricantes de automóviles previeron una enorme caída de la demanda de coches nuevos. Así que redujeron las previsiones de ventas y cancelaron los pedidos de piezas de componentes como los microchips.
En retrospectiva, esta medida fue miope. La demanda de coches nuevos cayó, pero sólo temporalmente. Cuando los fabricantes de automóviles se dieron cuenta de que se seguían queriendo comprar vehículos nuevos, los fabricantes de chips ya habían contratado a otras empresas para sustituir sus pedidos cancelados. Esto nos lleva a nuestra siguiente pregunta…
¿Por qué los fabricantes no pueden fabricar más chips para satisfacer la demanda?
Construir chips semiconductores es un proceso extremadamente complejo, caro y que requiere mucho tiempo. Por esa razón, sólo hay un puñado de fabricantes de chips en el mundo. Y todos esos fabricantes funcionan actualmente a plena capacidad.
Añadir nuevas instalaciones de fabricación, también llamadas fundiciones, requiere años de planificación y miles de millones de dólares de inversión. E incluso si estas fundiciones tuvieran la capacidad de construir nuevos chips, el proceso de hacerlo lleva tiempo.
Según la Asociación de la Industria de los Semiconductores, se necesitan unas 12 semanas para fabricar un semiconductor medio. Los chips avanzados pueden tardar hasta 20 semanas en construirse. Si añadimos el tiempo para aumentar la producción y transportar el producto acabado, se calcula que el plazo de entrega de un nuevo pedido de chips es de unos seis meses.
¿Cómo afecta la escasez de chips a los precios de los coches?
En el último año, esta escasez de chips semiconductores se ha traducido directamente en una escasez de vehículos nuevos en los lotes de automóviles. Muchos fabricantes de automóviles han detenido la producción debido a la falta de chips.
La escasez de existencias significa que los coches nuevos no sólo son difíciles de encontrar, sino que además se venden al precio de venta al público sugerido por el fabricante o por encima de él. Esto ha hecho que muchos compradores de coches se dirijan al mercado de coches usados, donde también abundan los precios más altos.
Así que si estás buscando un coche nuevo, espera pagar más que nunca.