La llave dinamométrica es una de las herramientas manuales más imprescindibles a la hora de apretar. Esta llave es similar a una llave de carraca común. Al igual que esta, tiene dos partes principales: el mango y la cabeza, donde intercambiaremos los vasos. Sin embargo, la llave dinamométrica presenta una diferencia básica respecto a la llave de carraca: esta permite ajustar el par de apriete. Puede afirmarse entonces que es una llave basada en el sistema de par de fuerzas, es decir, aplica dos fuerzas paralelas e iguales entre sí sobre un elemento, permitiendo así su rotación. Torsión que nos permite saber el par de apriete entre varios materiales.
Qué vamos a leer
Uso de la llave dinamométrica
Cuando se requiere apretar un tornillo, a veces no se está seguro de si se ha ajustado de mas o aún falta mayor fuerza para ajustar.. La llave dinamométrica permite ajustar este par de apriete, de manera que siempre estará entre los valores recomendados por el fabricante.
Para ello, solo es necesario establecer un par de fuerzas determinado en la llave y, al llegar al punto elegido, el seguro saltará evitando que la tuerca se pueda apretar más de lo debido. Este par de apriete se mide en newtons/metro (NM) en el sistema metrico.
Es por esto que lo más recomendable es comenzar con una llave normal y terminar de darle el grado justo de apriete con la dinamométrica. Hay que señalar también que la llave dinamométrica se usa solo para apretar tornillos, no se utiliza para aflojarlos. Para aflojar los tornillos usaremos otras herramientas, llaves fijas, allen, destornilladores… Pero nunca la llave dinamométrica.
Las llaves dinamométricas se pueden descalibrar si reciben golpes. Es por esto que es importante tratarlas con cuidado y tenerlas bien guardadas en la caja de herramientas correspondiente para que no pierdan su eficacia. El cuidado de estas herramientas es importante para obtener siempre los mejores resultados.
Tipos de llave dinamométrica
Las llaves dinamométricas ofrecen distintas soluciones dependiendo de la cabeza que se les acople o el par de apriete que pueden llegar a dar. En cualquier caso, al referirse a llave dinamométrica, a nivel general se pueden encontrar diferentes tipos:
De salto
Estas son las más comunes. Funcionan mediante un nonio, el cual se ajusta para que la llave pierda tensión al alcanzar el apriete seleccionado. De esta forma, el mecanismo “salta” y la llave deja de apretar.
Digitales
Estas llaves son cada vez más utilizadas. Este tipo de llaves permiten realizar las mediciones electrónicamente y mostrarlas en una pantalla electrónica. Muchas indican mediante vibración o sonidos cuando se ha llegado al par de apriete adecuado.
De reloj
Este tipo de llave dinamométrica es similar al anterior, pero en versión analógica. La medición se realiza a través de una aguja móvil que se desplaza en una esfera de reloj.
Recomendaciones para usar la llave dinamométrica
- Es una herramienta de ajuste. Según su función, la llave dinamométrica es muy precisa y sensible, por lo que no debe emplearse para aflojar pernos.
- Debe usarse con cuidado como si fuese cualquier otro instrumento de precisión. Debe guardarse adecuadamente después de su uso para evitar golpes.
- Cuando no se esté usando o al terminar el trabajo en el taller mecánico, hay que restablecer su valor más bajo para que no esté bajo presión.
- Debe utilizarse con una mano y un movimiento continuado y fluido.
- No debe usarse una extensión en el mango. Esto perjudica el valor establecido al estar correctamente señalizado.
- Una llave dinamométrica previene pero no evita el apriete excesivo. Cuando se alcanza el par requerido, el sistema de control de par de la llave se “activará”, y escucharás un sonido indicando que la aplicación del par se ha ajustado demasiado.
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