Las lunas tintadas son una excelente mejora que te permite regular la temperatura en el interior del coche y también nos aportan un cierto nivel de protección y de intimidad. El tintado de lunas del coche te mantendrá más fresco en verano, protegerá el interior de tu coche y agregará valor cuando quieras venderlo. Para los que quieren tintar las lunas, pero no saben cómo o les resulta difícil ese tipo de trabajo, os traemos este artículo sobre cómo tintar las lunas de coche.
Hay dos formas de hacerlo; económica, dedicando nuestro tiempo o pagando a un profesional de tintar lunas. Si te decides por la forma económica significa que tendrás que comprar todo el material necesario y hacerlo tú mismo, arriesgándote de que tal vez no quede perfecto. Eso sí, con un poco de paciencia se pueden lograr resultados bastante bonitos.
Material necesario
Lo primero y lo esencial es la elección de las láminas de tintado. En el mercado podemos encontrar láminas con más o menos transparencia, pero lo importante es que siempre tienen que llevar la homologación oficial. También necesitamos una solución de agua y jabón, un paño sin pelusas, un cúter o una cuchilla, una escobilla de goma, cinta adhesiva y una pistola de calor. Encontramos un lugar libre de polvo para trabajar (como un garaje) y evitamos hacer el trabajo con calor o frío excesivo o un día con alta humedad. Y lo más importante, revisamos las leyes para averiguar qué cristales se pueden tintar legalmente y qué tan oscuras podemos hacerlas.
Cómo tintar lunas coche
Preparación
Primero limpiamos la superficie de la luna por el interior y eliminamos todo aquello que nos pueda molestar. Aplicamos la solución de agua y jabón al interior de la ventana. No aplicamos en exceso sobre las molduras de la puerta.
Pasamos el paño humedecido por la ventana de lado a lado, comenzando desde la parte superior y bajando suavemente por la ventana. Esto eliminará el polvo, la mugre y los residuos. Hay que tener mucho cuidado y no dañar la superficie del cristal ni su alrededor.
Pasamos la escobilla de goma a través de la ventana de lado a lado, comenzando desde la parte superior y bajando por la ventana para eliminar los restos y la solución sobrantes.
Cortar la lámina
Aplicamos la solución con agua y jabón en el exterior de la ventana y enrollamos la lámina sobre la ventana con la capa de película protectora hacia arriba. La solución mantendrá la lámina en su lugar mientras la cortamos a medida, pero nos permitirá maniobrar la película para hacer un corte preciso.
Pasamos la escobilla de goma sobre la lámina para asegurarse de que no se mueva.
Para ventanas corredizas, deslizamos la ventana unos centímetros hacia abajo desde el marco de la puerta y cortamos la parte superior y los lados de la película para darle forma, usando la ventana como plantilla. Redondeamos los bordes usando el dedo como guía.
Para ventanas fijas, usamos las juntas de la ventana como plantilla y cortamos la lámina hasta los bordes.
Colocar lámina en el interior
Si la lámina viene con pegatinas de homologación, ahora es el momento de colocarlas en una esquina de la luna. Echamos la solución de agua y jabón en el interior de la ventana.
Fijamos la película a la esquina de la ventana con un trozo de cinta adhesiva transparente y comenzamos a despegar el protector de la película, si lo tiene. Mojamos la superficie adhesiva de la película con la solución.
Movemos la lámina a su lugar en la parte superior de la ventana, dejando un espacio de medio centímetro desde la parte superior de cualquier ventana deslizante. Pasamos la escobilla de goma a lo largo de la parte superior de la ventana, empujando el aire y el agua fuera de la parte superior a medida que avanza.
Subimos la ventana y aplicamos otra vez el agua con jabón entre la luna y la lámina si es necesario. Usamos la escobilla de goma para sostener la junta de la ventana mientras deslizamos la película por debajo. Usamos la escobilla de goma para expulsar todo el aire y el agua de debajo de la película.
Envolvemos la escobilla de goma en un paño sin pelusas y lo pasamos por toda la ventana. El paño absorberá cualquier solución de aplicación restante. Usamos el paño para limpiar las molduras y la pintura de la puerta. Si quedan burbujas o dedos de aire atrapado o agua, usamos una pistola de calor para calentar suavemente el área y luego pasamos la escobilla de goma sobre las burbujas hacia el borde más cercano de la ventana. Repetimos este proceso para todas las ventanas hasta completar el trabajo.
Parece fácil ¿no? Para mejores resultados recomendamos limpiar muy bien la superficie antes de empezar, invertir en láminas de calidad, elegir un lugar limpio sin exceso de sol y de humedad y sobre todo tener mucha paciencia.
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